
El turismo aporta más del 12% del PIB nacional, pero es uno de los sectores más vulnerables al cambio climático.
Depende fuertemente de recursos naturales expuestos y de condiciones climáticas que influyen directamente en el confort del visitante y en el atractivo del destino.
Los impactos del cambio climático aún no son del todo visibles en el sector, sin embargo, se espera que los impulsores de los riesgos sigan creciendo en los próximos años.
La información disponible es limitada, por lo que es necesario un esfuerzo significativo en el seguimiento y generación de datos relevantes para una mejor comprensión de los riesgos que afronta el sector.
La pérdida de atractivo de los destinos por la degradación o desaparición de recursos naturales puede desencadenar efectos en cadena en múltiples sectores económicos.