
El patrimonio cultural es un elemento central de nuestras comunidades y economías que contribuye al bienestar, la cohesión social, la identidad y la economía local.
El patrimonio cultural se encuentra expuesto a las inundaciones —fluviales y pluviales—, los incendios y las inundaciones costeras, entre otros factores.
El deterioro de sitios históricos y la pérdida de tradiciones pueden reducir el atractivo turístico y afectar negativamente la economía local y nacional.
A pesar de la importancia del patrimonio cultural para el conjunto de la sociedad, el impacto del cambio climático sobre este sector presenta lagunas de conocimiento significativas.
Organizaciones internacionales advierten de los impactos del cambio climático sobre el patrimonio cultural, tangible e intangible, y llaman a protegerlo como parte de la adaptación climática.
Por ejemplo, se han identificado impactos a nivel internacional en inmuebles debido a la subida del nivel del mar, y alteraciones en paisajes y prácticas culturales por desertificación, inundaciones y eventos extremos.